"Perro atropellado por un coche"
Mario Jodra
Ayer encontré a mi vecino
afuera de su casa.
La tarde resplandecía, pero
en su corazón ya era de noche.
Había muerto su perro:
un perro blanco y pequeño
algo pájaro, un poco niño.
Lo atropellaron
al cruzar la avenida,
alegre, ciego, imprudente,
y ahí quedó:
tendido,
expuesto,
soñando
que llovía,
que amanecía,
que despertaba.
Y mi vecino,
que es hombre duro
y curtido, color calle,
lloraba a su amigo,
humilde y triste
como un cielo gris;
sentado junto al pobre despojo
que no dejaba de soñar.
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