miércoles, 20 de octubre de 2010

Más valdría ser árboles


¿A qúién persiguen todos estos coches
que se lanzan por la avenida a gran velocidad?
¿Por qué esta prisa feroz?
¿Por qué ir detrás del polvo,
en pos del desastre?

A veces pienso
que más nos valdría ser árboles
longevos y pacientes,
sin sueños y sin ideas,
sin miedos, ni pasiones ni culpas
en nuestro corazón de savia;
sólo la luz del sol,
el rumor del viento,
el silencio de la noche
y la voz de los pájaros galácticos;
vivir abrazados a la tierra
y a los siglos;
tener mil juventudes
y envejecer mil veces,
mudos, ciegos,
e inocentes;
para renacer al año siguiente
siempre en el mismo lugar.

*Crédito de la imagen: Ansel Adams